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A la orilla del infinito: mi viaje con Carl Sagan

  • Foto del escritor: Alberto Pisabarro
    Alberto Pisabarro
  • 24 abr
  • 4 Min. de lectura

Cosmos: un viaje que empezó en mi infancia (y una edición digna de colección)


Hay cosas que te marcan de por vida. Para mí, una de ellas fue ver por primera vez Cosmos de Carl Sagan.


Era solo un niño, cuando mi viaje con Carl por el universo dió comienzo, acompañado por la voz cálida y poética de Sagan, o en mi caso la del doblador de la version española, José María del Río, me abrió los ojos a una realidad más grande, más bella y más misteriosa de lo que jamás imaginé. Desde entonces, el cielo nocturno nunca volvió a ser el mismo para mí.


Y por eso, me hace especial ilusión comenzar esta serie de entradas, donde iré comentando episodio por episodio esta obra maestra de la divulgación científica, al mismo tiempo que comparto pensamientos, curiosidades y recuerdos personales.


Pero antes de sumergirnos en el primer episodio, quiero hablarles un poco de la edición física que tengo en mis manos. La conseguí hace unos años ya : Una edición de coleccionista editada por Suevia Films, con todos los episodios de la serie en formato físico. Para quienes crecimos en la era del VHS y vivimos la transición al DVD con entusiasmo, tener esta joya es casi un acto de nostalgia, un pedacito del universo en nuestra estantería. La edición está muy cuidada, con un diseño que sin duda respeta la esencia de la serie.


No es una superproducción con mil extras, pero si viene con una actualización al final de cada episodio hecha por el propio Carl Sagan, y no podemos olvidar que viene con sonido Dolby Digital 5.1 y DTS.




Episodio 1: La orilla del océano cósmico

Empezar Cosmos es como abrir una puerta que da al infinito. El primer episodio, La orilla del océano cósmico, es una invitación a mirar hacia arriba y recordar que somos parte de algo mucho más grande. Sagan nos lleva de la mano por una especie de introducción poética cerca del mar, a todo lo que está por venir: la historia del universo, la evolución de la vida, la ciencia como herramienta de descubrimiento… y, sobre todo, esa conexión profunda entre nosotros y las estrellas.


Nunca olvidaré el momento en el que di al play para ver aquella priemra cinta en VHS de esta magnifica serie, corria el año 1993.
Nunca olvidaré el momento en el que di al play para ver aquella priemra cinta en VHS de esta magnifica serie, corria el año 1993.

En este primer episodio de Cosmos, Carl Sagan nos invita a un viaje fascinante por el universo. Comienza explorando la inmensidad del cosmos y reflexionando sobre nuestra posición en él. Sagan destaca la importancia de la ciencia para comprender nuestro lugar en el universo y nos lleva a través de conceptos como la velocidad de la luz y las vastas distancias cósmicas. También introduce la posibilidad de vida en otros planetas. En la segunda mitad el este primer episodio nos relata con asombro y claridad cómo Eratóstenes, un sabio griego del siglo III a.C., logró medir la circunferencia de la Tierra con notable precisión y de paso desmonta las teorias terraplanistas. Sagan nos transporta a la antigua Alejandría, donde Eratóstenes, al enterarse de que en Siena (actual Asuán) el Sol iluminaba el fondo de un pozo vertical al mediodía del solsticio, comprendió que esto no ocurría en Alejandría al mismo tiempo. Usando esta diferencia de ángulo de la sombra proyectada por un obelisco y la distancia entre ambas ciudades, dedujo que la superficie de la Tierra debía ser curva. Con una simple pero brillante aplicación de la geometría, y basándose en observaciones y cálculos, Eratóstenes estimó la circunferencia terrestre con un margen de error sorprendentemente pequeño para su época. Esta historia ejemplifica el espíritu científico que Cosmos quería aportar: la curiosidad, la observación y el poder del pensamiento racional.


Recuerdo que, de niño, me impactó mucho la metáfora del calendario cósmico. Pensar que toda la historia del universo puede comprimirse en un solo año y que toda la historia humana cabe en los últimos segundos del 31 de diciembre me voló la cabeza, hoy en día me sigue pareciendo igual de alucinante.

Pese a no ser el original que aparece en la serie, sigue siendo cutivador.
Pese a no ser el original que aparece en la serie, sigue siendo cutivador.

¿Cómo no sentirse humilde y al mismo tiempo privilegiado por vivir justo aquí, justo ahora?


Sagan tenía esa capacidad única de mezclar ciencia con poesía, datos con asombro. No hablaba desde el pedestal del “experto”, sino desde la emoción genuina de alguien que está enamorado del conocimiento y quiere contagiarte esa pasión, y lo logra.

Incluso hoy, décadas después, su mensaje sigue vigente, resonando como un eco amable en medio del ruido del mundo moderno.




Temas clave del episodio:

  • La inmensidad del universo y nuestra posición en él

  • Introducción a la nave de la imaginación, que usará Sagan en todos los episodios

  • Una primera mirada a la biblioteca de Alejandría y la figura de Hipatia

  • El calendario cósmico como metáfora para entender la escala del tiempo universal

  • El enfoque de la ciencia como un camino hacia el conocimiento y la humildad


Y hasta aquí la primera entrada de las 13 que serán hablando de esta magnifica serie y como tal, cada Jueves tendréis un nuevo episodio de Cosmos, y si aún no habeis visto Cosmos, ahora es el momento de empezar.


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