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Parte 2: Nace el observatorio — Cimientos y estructura (21–29 de agosto de 2025)

  • Foto del escritor: Alberto Pisabarro
    Alberto Pisabarro
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura

Tras dejar el terreno completamente limpio y nivelado, llegaba el momento más emocionante del proyecto: empezar a construir.Después de tantos días de demolición y desescombro, por fin iba a ver cómo mi futuro observatorio astronómico comenzaba a levantarse sobre el mismo suelo que antaño ocupaba la vieja cuadra familiar.


Cimientos y columna central

Entre el 21 y el 22 de agosto de 2025 me dediqué a mover y organizar todo el bloque necesario para el levantamiento de las paredes.Fue un trabajo físico exigente, pero absolutamente necesario para avanzar con buen ritmo.

El 23 de agosto marcó un punto clave: la cimentación del suelo.Ese día realizamos el encofrado, se vertió el hormigón y se dejó preparado el hueco para la columna central, el corazón del observatorio.Esa columna es la encargada de sostener el telescopio principal, por lo que debía quedar perfectamente alineada, sólida y desacoplada del resto de la estructura para evitar vibraciones.

Para esta parte conté con la ayuda profesional de Jesús, un constructor local que realizó un trabajo impecable en la cimentación y el levantamiento de las primeras hiladas de bloque. Su experiencia fue clave para asegurar que el edificio quedase perfectamente nivelado y alineado.


Tres días de trabajo resumidos en 45 segundos.

El camino de acceso: la idea de Beatriz

Una vez terminada la cimentación y con la columna central ya en su sitio, Beatriz, mi mujer, quiso aportar su toque personal al entorno del observatorio.Diseñó y construyó un camino de acceso que conecta la casa con la entrada del observatorio, utilizando traviesas de ferrocarril, también conocidas como durmientes de vía.

Estas piezas, formadas por vigas de hierro con bloques de hormigón, se integran perfectamente en el terreno y aportan una estética rústica y funcional. Además de embellecer el conjunto, facilitan el paso incluso en días de humedad o lluvia, evitando que el acceso se llene de barro.


Fue una mañana movidita, pero fructifera.

Levantamiento de paredes y cierre de estructura

El 26 de agosto terminé de acarrear los últimos bloques de hormigón necesarios.Y, entre los días 28 y 29 de agosto, el observatorio empezó realmente a existir: se levantaron las paredes, se colocó la puerta principal y se definieron los huecos de ventilación y paso de cables.

Durante esos dos días, el lugar se transformó por completo. De un espacio vacío y polvoriento, pasé a tener un edificio sólido, limpio y proporcionado, con las medidas justas para albergar todo el equipo astronómico.Fue un momento muy especial, sobre todo al verlo desde el time lapse, donde en apenas unos segundos se aprecia el cambio radical del entorno.

En solo dos días las paredes quedaron finiquitadas, justo al final de mis vacaciones.

Preparando el siguiente paso

Con las paredes ya terminadas, tocaba empezar a planificar el techo, que debía ser corredizo para permitir la observación del cielo y proteger el equipo durante el día.El diseño lo desarrollé junto a mi amigo Iván Campo, con muchas horas de bocetos, mediciones y pruebas para encontrar la forma más práctica y robusta de hacerlo realidad.


En la siguiente entrega te cuento cómo lo construimos y montamos a mano, pieza a pieza, combinando madera, paneles sándwich y una buena dosis de ingenio.


Nos vemos en la próxima entrega



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